mayo 9, 2023 By Web Master

Nuestro equipo tiene una gran estrategia, pero nuestras metas nunca se logran.



Cuando se anuncia una nueva meta para un equipo, la pregunta obvia es: “¿Cómo vamos a llegar allí?” Se lleva a cabo una sesión de estrategia de varios días para intercambiar ideas, explorar alternativas y establecer objetivos. Se desarrollan planes de acción, se realizan asignaciones de equipos y todo el proceso se documenta en detalle y en color. Todos están orgullosos de su estrategia y se sintieron motivados durante todo el proceso.

Unos meses más tarde, las demandas cotidianas del trabajo han regresado y el objetivo se ha trasladado a los márgenes. Todavía está allí, pero no recibe tanta atención y nunca obtiene la tracción necesaria para lograrlo.

La estrategia es genial y necesaria, pero es solo una herramienta para lograr el resultado (la meta). Por sí mismo, puede convertirse en una distracción del verdadero trabajo de realización. Es como andar en bicicleta estática en el gimnasio; hay mucha actividad y todos sudan mucho, pero terminas en el mismo lugar donde empezaste.

Hay varias razones por las que los equipos no logran sus objetivos:

· Hay demasiados objetivos.

· Los objetivos no son lo suficientemente específicos como para saber cuándo los ha alcanzado (“Generar más dinero” frente a “Aumentar los ingresos en $50.000 antes del 1 de julio”).

· Los objetivos no son inspiradores para los miembros del equipo.

· Nadie está rastreando nada.

· No hay planes de acción individuales que conduzcan a la meta.

· Las cosas urgentes distraen a todos de las cosas importantes relacionadas con los objetivos.

· No hay celebración cuando se alcanzan hitos.

Considere estos procesos para que sea más probable que las metas se logren consistentemente:

Establece metas que le interesen a la gente. Discútalos con el equipo antes de finalizar para obtener su opinión y energía.

Ponga los objetivos por escrito y hágalos visibles. Muestre la meta en público para que se pueda ver fácilmente y hacer referencia a ella con frecuencia.

Mida más que solo el número final. No se limite a mirar lo cerca que está de la línea de meta; mida otros factores: cómo el equipo está trabajando en conjunto, cómo están mejorando los procesos relacionados, cómo los miembros del equipo están manejando el agotamiento, etc.

Sea realista en su estrategia. Es bueno ser optimista, pero considere varios riesgos que podrían ocurrir: cosas que demoran más de lo esperado, cambios en los costos, falta de disponibilidad de recursos, estrés, problemas de moral, etc.

Estar dispuesto a ser flexible . Use el objetivo para establecer una línea de visión clara hacia su destino, pero esté dispuesto a revisarlo si las prioridades cambian o si se desvía del objetivo. No sea como el Titanic: ignorar los obstáculos invisibles para avanzar hacia el destino.

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