Octubre de 2021

Estamos acostumbrados a oír mucho sobre la necesidad de brindar feedback como una habilidad del líder.

Por fuera parece razonable, pero para que de verdad se transforme en parte de nuestro día a día, tenemos que preparar nuestras mentes en torno a eso. Es fundamental recordar que nuestro principal rol como líderes es obtener resultados con y a través de los demás.

Entonces, parece simple, pero es una creencia que tenemos que adoptar. Requiere que creamos, como principio fundamental, que debemos desarrollar las capacidades de los demás para, por consecuencia, incrementar el rendimiento de nuestros equipos.

¿Estás mentalmente preparado para moverte hacia un rol de coach y mentor? Aquí tienes 6 preguntas que debes hacerte a ti mismo:

1. ¿Disfrutas genuinamente del éxito de las personas de tu equipo, incluyendo a aquellas que pueden opacar tu reconocimiento y compensación?

2. ¿Cuánto de tus pensamientos y acciones están destinadas a mirar a aquellos alrededor tuyo que compiten con tu tiempo y atención?

3. ¿Estás dispuesto a reconocer que hay diferentes caminos que llevan a un mismo nivel de éxito y que algunos de ellos son mejores que el tuyo?

4. ¿Tienes la capacidad de mirar introspectivamente el cómo estás ayudando a los demás a desarrollarse y balancear eso con tus propias necesidades de aprender y crecer?

5. ¿Qué tan efectivo eres guiando a tus colaboradores hacia nuevos roles, aunque puedan estar fuera de tu equipo o área de responsabilidad?

6. ¿Recuerdas las dificultades que atravesaste en los primeros años de tu carrera y las relacionas con el hecho de tener un líder que te avergonzara o humillara por tu falta de experiencia?

Transformar tu mentalidad para dedicar energía y esfuerzo en desarrollar a otros es el punto de partida para convertirse en un líder efectivo. Agrega más preguntas a las que tienes enlistadas aquí y “pelea” con ellas.

¿A cuáles de ellas respondiste que “no”? Confrontar esas preguntas es clave para estar cada vez más cerca de una mentalidad de coach.